martes, agosto 28, 2012

La pulverización de los derechos

La universalización de los derechos humanos ronda todos los discursos públicos y las doctrinas en las escuelas universitarias. Esta idea de universalización otorga "todos" los derechos a "todos" los sujetos.

Sin embargo, su pretensión ya de por si muy formal, choca con su forma de operar.

Por un lado, el objeto de los derechos tiene tal variación que es casi imposible armonizarlo no solo operativamente sino teóricamente. Al ser una familia tan grande la de los derechos, es natural suponer su constante colisión. Por vía de ejemplo, derechos a la libre disposición del cuerpo que chocan con los derechos a la salud publica.

En lo que tiene que ver con la subjetividad, los derechos para todos, bastante formales, a diario se presentan como los derechos de unos cuantos sujetos, pero no de todos. Adultos mayores, por ejemplo, ya en si una enorme partición, vueltos a dividir como derechos de las adultas mayores. Solo de las mujeres.

Y no es que esa consecuencia sea mala en sí. Lo sintomático es que esa forma de operar está afectando la producción legal jurídica. Y lo hace en primer término por una comodidad discursiva mas que por una profunda reflexión filosófica y teórica sobre el lugar al que se quiere llegar.

En nuestra visión, la ruta nos esta conduciendo a una pulverización de los derechos que en nada ayuda a la pretensión histórica de volverlos reales universales inmediatos y exigibles.

Los esta volviendo un tremendo polvo regado por doquier pero sin un cemento que una sus grandes piezas.

Mucho polvo, demasiado polvo.